¿Es compatible el euro digital con la libertad y anonimato individual?
Es una pregunta incómoda y compleja, que no tiene una respuesta única. El euro digital es un proyecto que, según el Banco Central Europeo (BCE), busca ofrecer una forma de pago digital que sea segura, eficiente y accesible para todos los ciudadanos y empresas de la zona del euro. Sin embargo, también implica algunas consecuencias y riesgos, especialmente en lo que se refiere a la privacidad y el anonimato de los ciudadanos y usuarios.
De acuerdo con el Banco Centra Europeo, el euro digital es un proyecto para crear una forma de dinero electrónico que sea emitida por el banco central y que pueda ser utilizada por los ciudadanos y las empresas de la zona del euro para realizar pagos digitales. El euro digital sería complementario al efectivo, no lo sustituiría, y ofrecería seguridad, privacidad y facilidad de uso. El euro digital todavía no existe, pero el BCE está estudiando su viabilidad y los posibles beneficios y riesgos que implicaría. Algunas de las ventajas que esgrime el BCE sobre el euro digital son:
- Reforzar la soberanía monetaria de la zona del euro frente a otras monedas digitales o criptoactivos que no están respaldados por ningún banco central.
- Fomentar la competencia y la innovación en el sector de los pagos, reduciendo los costes y las barreras de entrada para los proveedores de servicios de pago.
- Garantizar el acceso al dinero de banco central en un entorno cada vez más digitalizado, donde el uso del efectivo puede disminuir o dificultarse.
- Facilitar la inclusión financiera de las personas que no tienen acceso a los servicios bancarios o que prefieren utilizar medios de pago alternativos al efectivo.
El BCE ha iniciado una fase de preparación para el desarrollo del euro digital, que durará unos dos años, y que se basará en los resultados de la fase de investigación previa, que concluyó en julio de 2023. En esta fase, el BCE colaborará con los bancos centrales nacionales de la zona del euro, los agentes del mercado, los legisladores y la sociedad civil para diseñar y probar posibles soluciones técnicas y jurídicas para el euro digital. Al final de esta fase, el BCE decidirá si lanza o no el proyecto del euro digital, teniendo en cuenta el interés público y el cumplimiento de los objetivos del Eurosistema.
A pesar de que el BCE ha declarado que quiere garantizar un alto nivel de privacidad a los usuarios del euro digital, también ha afirmado que el anonimato total no es viable, ya que podría facilitar el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y la evasión fiscal . Por eso, el BCE propone que los usuarios se identifiquen al acceder al servicio del euro digital, pero que se mantengan varios grados de privacidad para sus pagos, dependiendo del importe y el destinatario.
Sin embargo, algunos expertos y defensores de la privacidad y la libertad de los ciudadanos han expresado su preocupación por el posible uso indebido de los datos personales de los usuarios del euro digital, así como por la posibilidad de que el BCE o las autoridades puedan rastrear o censurar las transacciones. Eso es debido a que la moneda será trazable, es decir, se sabe en qué se gasta y en dónde, por lo que se decide que no compres un determinado producto se podría bloquear la moneda para que no tengas acceso a dicho producto, o, por otro lado, si se decide que determinada empresa no puede vender algún producto también se la puede bloquear técnicamente. Incluso se podría realizar configuraciones más complejas como la caducidad de la moneda para un uso concreto en un tiempo determinado con fines como luchar contra la inflación o la deflación. También han señalado que el euro digital podría reducir la demanda de efectivo, que es el único medio de pago que garantiza el anonimato total, o de otras soluciones de pago que respetan la privacidad, como las criptomonedas.
Son muchos los interrogantes que se plantean sobre la cara oscura de esta moneda. Todo dependerá de cómo se le legisle y qué garantías de privacidad y libertad se puedan proponer.