¿Qué es el IMEC y por qué es importante para el comercio mundial?
El pasado 9 de septiembre, en el marco de la cumbre del G-20 celebrada en Nueva Delhi, se anunció una iniciativa que podría cambiar el panorama del comercio mundial: el Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa (IMEC). Se trata de un proyecto que busca conectar a tres regiones clave del planeta mediante redes de transporte y comunicación que faciliten el flujo de mercancías, servicios, energía y datos. El IMEC cuenta con el respaldo de Estados Unidos y la Unión Europea, y pretende ser una alternativa al proyecto chino de la Nueva Ruta de la Seda.
¿En qué consiste el IMEC?
El IMEC es un corredor económico que comprende dos rutas distintas: el corredor oriental, que conectará a la India con el Golfo Arábigo, y el corredor septentrional, que unirá al Golfo Arábigo con Europa. El corredor oriental se basará en una red marítima que aprovechará los puertos existentes y los que se construirán en el futuro, como el de Duqm en Omán o el de Chabahar en Irán. El corredor septentrional se apoyará en una red ferroviaria que atravesará Arabia Saudí, Jordania e Israel, y que se conectará con el Mediterráneo y Europa a través de un túnel submarino.

Además de las infraestructuras de transporte, el IMEC incluirá un tendido de cables submarinos para la electricidad y la conectividad digital, así como tuberías para la exportación de hidrógeno limpio. El objetivo es crear un corredor de energía verde que reduzca las emisiones de carbono y contribuya a la transición energética. Asimismo, el IMEC prevé la creación de zonas económicas especiales, parques industriales y centros de innovación a lo largo del corredor, para fomentar la inversión, el desarrollo y la cooperación entre los países participantes.
¿Qué beneficios tendrá el IMEC?
El IMEC tiene como objetivo impulsar el desarrollo económico al fomentar la conectividad y la integración económica entre Asia, el Golfo Arábigo y Europa. Según los promotores del proyecto, el IMEC permitirá reducir los costes y los tiempos de transporte, aumentar el comercio y el turismo, diversificar las fuentes de ingresos, crear empleo y mejorar la calidad de vida de las poblaciones. El IMEC también busca reforzar la seguridad y la estabilidad en la región, al promover el diálogo y la confianza entre los países involucrados.
El IMEC podría beneficiar especialmente a la India, que es la segunda economía más poblada del mundo y que aspira a convertirse en una potencia global. El corredor económico le daría acceso a nuevos mercados y recursos, y le permitiría diversificar sus socios comerciales y reducir su dependencia de China. El IMEC también podría favorecer a la Unión Europea, que es el mayor bloque comercial del mundo y que busca reforzar su presencia y su influencia en Asia y el Medio Oriente. El corredor económico le facilitaría el acceso a una región estratégica y dinámica, y le ofrecería oportunidades de inversión y cooperación en sectores clave como la energía, el transporte, la digitalización y la innovación.
¿Qué desafíos y riesgos tiene el IMEC?
El IMEC es un proyecto ambicioso y complejo, que implica a varios países y regiones con intereses y visiones diferentes. El IMEC tendrá que superar numerosos obstáculos políticos, económicos, sociales y ambientales para materializarse. Algunos de los desafíos y riesgos que afronta el IMEC son:
- La falta de una visión y una gobernabilidad comunes. El IMEC no tiene una estructura institucional definida, ni un mecanismo de coordinación y financiación claro. El IMEC tendrá que armonizar las normas y los estándares de los países participantes, y garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de las actividades y los actores involucrados.
- La inestabilidad y el conflicto en la región. El IMEC atraviesa zonas de alta tensión y violencia, como el Golfo Pérsico, el Levante o el Mediterráneo Oriental. El IMEC tendrá que lidiar con las rivalidades y las disputas entre los países de la región, y con las amenazas de grupos armados y terroristas. El IMEC también tendrá que gestionar el impacto humanitario y migratorio de las crisis en la región.
- La competencia y la oposición de China. El IMEC se presenta como una alternativa al proyecto chino de la Nueva Ruta de la Seda, que tiene una mayor presencia y una mayor inversión en la región. El IMEC tendrá que competir con China por el acceso y la influencia en los mercados y los recursos de la región, y evitar una confrontación o una escalada de la rivalidad entre las dos potencias. El IMEC también tendrá que lidiar con la posible resistencia o el recelo de algunos países de la región que tienen vínculos estrechos o dependencia de China.
¿Qué futuro le espera al IMEC?
El IMEC es un proyecto que todavía está en una fase inicial y que requiere de una mayor definición y concreción. El IMEC tendrá que demostrar su viabilidad y su valor añadido, y convencer a los países y a las poblaciones de la región de sus beneficios y de su sostenibilidad. El IMEC también tendrá que superar los desafíos y los riesgos que plantea el contexto regional e internacional, y buscar la cooperación y el consenso con los actores relevantes. El IMEC tiene el potencial de transformar el comercio mundial, pero también de generar tensiones y conflictos. El futuro del IMEC dependerá de la voluntad y la capacidad de los países participantes para llevarlo a cabo, y de la respuesta y la reacción de los países no participantes.
Geoestratégicamente hablando, una de las mayores motivaciones del impulso del IMEC, en especial por parte de EE.UU, es crear una alternativa que equilibre el otro corredor impulsado por China, es decir, la Ruta de la Seda.
El mayor desafío que enfrenta el IMEC frente a la Ruta de la Seda, son básicamente dos factores y son el tiempo y la financiación. Mientras que la Ruta de la Seda es un proyecto que está en sus últimas fases de ejecución el IMEC es apenas un proyecto que se está iniciando, esto es suficiente razón que hace que muchos expertos duden de su viabilidad.
El segundo obstáculo es la financiación. China ha invertido y sigue invirtiendo centenares de miles de millones de dólares en infraestructuras de la Ruta de Seda que van desde Asia hasta Europa, pasando por Oriente Medio. En cambio, a día de hoy los expertos en este proyecto desconocen de dónde sacarán los países implicados toda la financiación requerida para impulsar un proyecto de colosales dimensiones como el IMEC.
Ambos proyectos nos ayudan a comprender, desde una perspectiva geoestratégica, las verdaderas razones que hay detrás de las posiciones políticas de cada uno de los gobiernos implicados en los conflictos que se desarrollan en Asia, Medio Oriente y Europa del Este, en especial en el último conflicto que implica a Israel, puesto que Israel es una pieza importante en el IMEC, puesto que se plantea como una alternativa al canal de Suez, el cual es una pieza clave en la Ruta de la Seda.