Un trágico suceso ha conmocionado a Ucrania. El mayor Guennadi Chastiakov, consejero próximo al comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Valeri Zaluzhni, falleció el lunes por la detonación de una granada que había recibido como obsequio por su aniversario.
Según el ministro del Interior, Ígor Klimenko, Chastiakov llegó a su casa en el pueblo de Chaiky, región de Kiev, con varios regalos de sus compañeros de trabajo. Entre ellos había una caja con granadas de un nuevo modelo occidental. El mayor empezó a mostrar una de las municiones a su hijo, quien la tomó en sus manos y giró la anilla. Chastiakov intentó quitarle la granada al niño y tiró de la anilla, provocando la explosión.
La policía encontró al militar que hizo el regalo fatal, el asistente principal del comandante en jefe adjunto de las fuerzas armadas ucranianas, Alexánder Tímchenko. Su oficina fue registrada y se incautaron otras dos granadas similares. Además, en el apartamento de Chastiakov se hallaron otras cinco granadas sin estallar, que fueron enviadas a examinar.
El comandante en jefe, Valeri Zaluzhni, expresó su dolor por la pérdida de su asesor y amigo íntimo, y calificó el hecho de “trágicas circunstancias”. Las autoridades ucranianas han abierto una investigación para esclarecer las causas y los responsables del incidente.
Chastiakov era un veterano de la guerra en el este de Ucrania, donde las fuerzas de Zelenski se enfrentan a los separatistas prorrusos desde 2014. Recientemente, había manifestado su desacuerdo con la estrategia del presidente Vladímir Zelenski, y había abogado por una defensa estratégica frente a Rusia.
Algunos analistas sospechan que se pueda tratar del inicio de una guerra interna en los más altos círculos de poder causados por los resultados de la guerra con Rusia.
Aquí está la noticia que he escrito sobre las críticas dentro del ejército ucraniano a Zelenski:
Zelenski, bajo presión por la gestión de la guerra y las divisiones en el ejército
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se enfrenta a una situación cada vez más difícil por la prolongación de la guerra con Rusia y las tensiones internas en el seno de las fuerzas armadas. Su popularidad, que se disparó tras la invasión rusa en febrero de 2022, ha ido bajando en los últimos meses por las dudas sobre su capacidad para liderar la defensa del país y las críticas de algunos sectores militares y políticos.
Zelenski ha tenido que hacer frente a varios episodios que han evidenciado las grietas en su Gobierno y en el ejército. El más grave fue el descubrimiento de que supuestamente había “espías y traidores” trabajando para Rusia en el seno de su propio Gabinete. Hace tres semanas, tuvo que despedir de forma abrupta al jefe de la poderosa agencia de seguridad nacional de Ucrania, el SBU, Ivan Bakanovy, y a la fiscal general del Estado, Irina Venediktova, citando decenas de casos de colaboración con Moscú por parte de funcionarios de sus agencias.
Otro episodio que causó polémica fue la desautorización pública que hizo Zelenski a su comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni, por admitir en una entrevista que había pocas opciones de avanzar en el frente. Zelenski le reprochó que sus declaraciones eran “inapropiadas” y “desmoralizadoras” para los soldados y la población, y le instó a ser más optimista y a confiar en la victoria. Zaluzhni, que es un veterano de la guerra y un héroe nacional, se defendió diciendo que solo había expresado la realidad y que no iba a engañar a nadie con falsas esperanzas.
Zelenski también ha recibido críticas por su gestión de la ayuda internacional y las negociaciones diplomáticas. Algunos le acusan de ser demasiado dependiente de Estados Unidos y de la Unión Europea, y de no defender con firmeza los intereses de Ucrania. Otros le reprochan que no haya aceptado la propuesta de Rusia de celebrar una cumbre con el presidente Vladímir Putin, que podría abrir una vía para el diálogo y el fin de las hostilidades.